Un sobre amarillo le entregó ayer el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, al embajador de Chile en ese país, Felipe Bulnes, minutos antes de ingresar a una reunión con el Presidente Sebastián Piñera en la sede del Departamento de Estado, en Washington.

En su interior iba un documento con el que el gobierno de Barack Obama nomina oficialmente a Chile para ingresar al programa de exención de visas (Visa Waiver Program), que permite a los ciudadanos de los países miembros viajar a EE.UU. por hasta 90 días -en calidad de turista, pero con permiso para cierto tipo de negocios-, sin la exigencia previa de una visa.

Son 37 los países que tienen este beneficio y Chile sería el único de la región.

La nominación -que responde a una postulación hecha por Chile y que no implica aún el ingreso formal al programa- fue valorada por el Mandatario y los ministros Alfredo Moreno (RR.EE.) y Rodrigo Hinzpeter (Defensa) -quienes acompañan a Piñera en su gira-, y fue interpretada como un gesto especial al país, principalmente por dos motivos.

En primer lugar, la Ley de Inmigración y Nacionalidad de EE.UU. establece cinco requisitos para que los países postulantes ingresen formalmente al programa, exigencias que buscan resguardar las normas de seguridad de ese país, y que fueron reforzadas tras el atentado a las torres gemelas, ocurrido el 11 de septiembre de 2001.

Así, se estipula que, por lo general, las nominaciones se produzcan una vez que estén cumplidos todos esos requerimientos. Sin embargo, a Chile aún le falta uno de ellos: la implementación del pasaporte electrónico (que incluye un chip y que cuenta con mayores medidas de seguridad), que estaría en funcionamiento el 2 de septiembre. En la embajada chilena explican que, en paralelo, se firmará un nuevo acuerdo de extradición entre Chile y EE.UU., algo que -dicen- podría fortalecer la aspiración de nuestro país ante el Visa Waiver.

En segundo lugar, la nominación se produce en la antesala de la esperada reunión que Piñera sostendrá hoy con Obama, pasadas las 11 horas (hora chilena), en el Salón Oval de la Casa Blanca, cita que se extenderá por cerca de una hora.

“Hemos logrado un avance importante para lograr que en algún futuro, ojalá cercano, los chilenos y chilenas puedan venir a EE.UU., hasta por 90 días, sin necesidad de obtener una visa”, destacó ayer el Presidente, mientras que el canciller sostuvo que esto “es una muestra clara de apreciación y reconocimiento a la seriedad de cómo se hacen las cosas en nuestro país”.

El tema fue destacado durante un punto de prensa frente al Capitolio, ocasión en la que Moreno y Bulnes mostraron el documento entregado por el Departamento de Estado.

A partir de ahora, el Homeland Security -contraparte del Ministerio del Interior- designará una delegación que viajará a Santiago para revisar la situación y el cumplimiento de cada uno de los requisitos, etapa que dura aproximadamente seis meses. Posteriormente, existe un lapso de dos meses para que se oficialice el ingreso formal de Chile al programa. Así, se estiman que esto podría ocurrir en febrero de 2014, antes de que Piñera deba entregar el mando a su sucesor en La Moneda.